lunes, 11 de mayo de 2009

LAS FALICIAS DE GEORGE BUSH




Muy pocos presidentes norteamericanos han escapado a las críticas por sus mentiras, sin embargo, George W. Bush pasará a la historia como uno los mandatarios más falsos y a la vez menos afectados, al menos hasta ahora.


Bush sigue muy campante a pesar de haber metido a Estados Unidos a una guerra costosa y muy sangrienta bajo el falso argumento de que Irak preparaba armas químicas para atacar a Occidente.
Mintió también cuando negó tener evidencias sobre un ataque terrorista previo a septiembre 11 del 2001, a pesar de los informes de Inteligencia sobre los planes de Al Qaeda.
Una mentira más y que ha afectado seriamente las relaciones entre México y Estados Unidos es su promesa de buscar una salida legal al conflicto migratorio.

No obstante las limitaciones de la iniciativa, miles de mexicanos que residen en Estados Unidos aplaudieron la postura de Bush porque significa tres años bajo un status legal que permitirá a los inmigrantes salir de la oscuridad y frenar la discriminación.
Estas y otras estrategias más podrían desarrollarse entre México y Estados Unidos si los norteamericanos reconocen la importancia de la fuerza laboral mexicana. Pero no llegaremos a ninguna parte mientras Bush y seguidores r mientan y utilicen el tema sólo para sus ambiciones electorales.

Y con esto Estados Unidos no pierde nada, simplemente gana más, también hace que los países más pobres sean mucho más dependientes de Estados Unidos. Los Estadounidenses no creen en lo que hicieron los de la Unión Europea porque ellos invirtieron en los países pobres con la condición de que fueran países mas responsables y competitivos, pero para Bush y otros Estadounidenses eso es tirar el dinero, y aunque Estados Unidos supuestamente ayudo a unos cuantos países con ayuda económica, la mayoría fue directamente a el continente africano y solo fueron dos los países beneficiados de Latinoamérica, entonces podemos decir que era mentira que a Bush le importaba mucho América Latina.

Este trabajo se propone analizar el papel de América Latina en la política exterior estadounidense. El derrumbe del orden bipolar fue acompañado por el vigoroso renacimiento de añejas teorizaciones que, en síntesis, plantean la tesis de la irrelevancia de nuestros países. Esto obedecería a su escaso interés estratégico y económico, sobre todo si se les compara con Medio Oriente, Asia Central o el Sureste Asiático, para no hablar de Europa. Una de sus variantes, tal vez la más radical, subraya que nuestra irrelevancia responde a una dolorosa realidad: América Latina ha sido, en verdad, una construcción mítica, una imagen fantástica huérfana de todo sustento real. Como no existimos, mal podría haber una política hacia nosotros. La tesis de este trabajo es que sí existimos, que por eso Washington tiene una política muy definida y relativamente invariante hacia América Latina, y que la tiene porque nuestra región le importa, y mucho.

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